The Cure estrenó hace unas horas “Nothing is Forever” en el Avicii Arena en Estocolmo, otra obra maestra.
Un tema con mucho del lado melancólico de Robert Smith, reflejado en su música y sus poemas existencialistas. Nothing is Forever probablemente sea consecuencia de la reciente perdida de su madre, padre y hermano, un adiós que sólo Smith puede llevar a tales fronteras creativas.
La gira que arrancó hace unos días en Lituania, nos ha entregado ya tres canciones del nuevo álbum “Songs of a Lost World”, en donde vuelven los ambientes de sintetizadores, pianos y teclados a cargo de Perry Bamonte y Roger O´Donell, que evocan sin duda al excepcional álbum Disintegration de 1989.
Según las propias palabras de Robert, “el album no es implacablemente oscuro ni brillante. Tiene sus escapes sonoros como Disintegration. Supongo que estaba creando una gran paleta, un lavado de sonido’.
Con un álbum que en cualquier momento será lanzado al mercado, The Cure ha iniciado una gira por Europa y el próximo año promete tocar tierras del nuevo continente, Songs of a Lost World es sin duda uno de los materiales más esperados de la banda que no editaba un nuevo álbum desde 2008.